Ya había expresado y argumentado con anterioridad 2 de mis puntos de desacuerdo con algunas ideas clásicas en cardiología deportiva:

  1. Existen dudas razonables con respecto a la eficacia y la seguridad del reconocimiento médico deportivo.
  2. Si se destinasen todos los recursos y la atención que se le dedica al screening a implementar protocolos de actuación ante la parada cardiaca, entonces sí, se estaría haciendo algo por reducir la muerte súbita del deportista.

Me quedaba pendiente un 3º punto.

En las cardiopatías con riesgo de complicaciones arrítmicas, la aptitud condicionada a un plan de actuación urgente con acceso a un desfibrilador debería ser la regla y no la excepción.

Intentaré convenceros de que si fuerais los padres de un chaval con una miocardiopatía hipertrófica, por ejemplo, preferiríais que vuestro hijo estuviera jugando al fútbol y no haciendo los deberes.

Os dejo el enlace al Blog de la Sociedad Española de Cardiología donde expongo los argumentos.