Las respuestas del organismo a la actividad física son los cambios que se producen para poder desarrollar un trabajo físico, que desde una perspectiva evolutiva se traducen en supervivencia (huida y caza) y desde el punto de vista lúdico y social, en rendimiento deportivo.

Las adaptaciones, por el contrario, son las modificaciones que se producen en el organismo como consecuencia de la práctica regular de ejercicio. Estas últimas tienen un doble objetivo. Por un lado reducen el trabajo y el estrés físico del organismo cuando realiza un esfuerzo determinado y, por otro lado, aumentan la potencia máxima y la cantidad máxima de trabajo efectivo que se pueden realizar.

Os dejo los enlaces a las entradas sobre las respuestas y las adaptaciones que redacte para la sección de ejercicio de la web de la Fundación Española del Corazón.